Nació en Villa María el 29 de abril de 1983. Es docente en Lengua y Literatura de nivel medio en Villa María y Tío Pujio.
Comenzó a escribir poemas en forma de juego que publicó en Facebook y en otros medios virtuales. Un día se animó a agrupar sus versos en un libro de formato poco convencional, tal vez relacionado a su otra pasión: el rock. La forma elegida fue la de un CD, cuya tapa diseñó su amigo artista Dario Doñate.
A partir de dicha presentación surgió la necesidad de compartir sus escritos en una edición más formal.
El Autor nos presenta su nuevo libro, que contiene veinte textos y se titula Monstruosidades y otros poemas. A su vez, esta primera criatura literaria da cuenta de su experiencia de vida, de los monstruos que tenemos adentro, encadenados sin dejarlos salir, de esperanzas y desesperanzas, de lo cotidiano y lo simple como un almuerzo de domingo, de la noche, de soledades, de recuerdos que persisten en la memoria y en la vida y de los que se borran; en definitiva de cuestiones que de una u otra manera nos involucran, nos conmueven y nos interpelan como lectores.
Día de los muertos
Despertar
de este lúgubre letargo.
Estirar mis músculos.
Me muevo al compás de los vientos de la costa. Tambaleo,
funciono levemente y,
copio cada imagen a mi alrededor.
Desfilo entre los muertos. Se escucha el repiqueteo de los tambores,
festejan alocadamente.
Mis desgracias. Tus desgracias.
Mil desgracias.
La funesta caravana empieza su función.
Errante
Y hoy saldré a sacudir la tristeza.
Maldita plaga.
Demoníaca sustancia que es pariente del olvido.
Sin ningún complejo, se suma a mis actividades diarias.
Y seduce. Amargamente.
Y hoy saldré a espantar el aroma a muerte que se coló en mi saco.
Como tantas veces,
caminaré bajo el cielo estrellado, sin ninguna prisa.
Un vagabundo seré. Una suerte de recolector de insomnios.
Y casi en un tono bajo, por las calles
silbaré otra melodía.
La que supe escuchar en la última noche que te vi.
Caleidoscopio
Ayer papá me regaló un caleidoscopio: gigante.
Por lo menos yo lo veía así.
Contemplaban mis ojos esas imágenes.
Algo borrosas, al principio.
Nítidas después. Se fueron ajustando perfectamente a mi vista.
La simetría de las cosas apagadas fue iluminándose.
Cada detalle tuyo aparecía.
Vi tu cara, marcada por la tristeza.
Tu mueca de resignación pedía ayuda.
Tu desolado mar, no encontraba puerto alguno.
Evidenciaba tu caos, querida mía.
Un marcado enrojecimiento de tu soledad.
Así crecimos.
Casi sin vernos personalmente.
Sin olernos nuestros perfumes del pasado.
Hoy, desolada creación femenina, te sigo viendo.
El caleidoscopio está intacto.
Lo mantuve con vida. Esa madrugada.
Aquella madrugada que pedía a gritos que tu cara
no se desplomase en el charco del olvido.
Aquella madrugada,
cuando los gritos del terrenal mundo de mi alma,
pedían tu presencia.
Era necesaria. Hermandad de mi mente,
he de confesarte:
mi prófugo dolor, mi despechada calamidad interior.
Sinceramente, en este acto
necesitaba salir a flote.
Como esa noche, mi dulce criatura.
Como esa noche la del regalo de mi padre.
Fue una bendición verte por el caleidoscopio. Lo fue.
Tarde me di cuenta,
querida región deshabitada de mi psiquis,
que eras una fantasía.
Pura.
He de rezar, para mantenerte viva.
Tell, Ricardo
Monstruosidades y otros poemas / Ricardo Tell; con prólogo de Augusto Páez.
1a ed. - Villa María: El Mensú Ediciones, 2013.
60 p.; 20x14 cm. - (Ciudad y río; 26)
ISBN 978-987-1894-25-3
1. Poesia Argentina. I. Páez, Augusto, prolog. II. Título
CDD A861
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