Cristina del Valle Bossa nació el 17 de Julio de 1961. Es abogada y escribana retirada. Estudió en la Universidad Nacional de Córdoba y en la Universidad Privada de Morón. Originaria de Oliva, reside actualmente en Córdoba. Su interés por las letras, desde su temprana edad, la llevó a abrevar de las fuentes de la literatura clásica universal, con especial atracción por los grandes escritores rusos y franceses y la poesía latinoamericana de la época. Amante de la métrica, expresa que es el instrumento que le permite verter la intensidad de sentimientos encontrados. Según su propia definición, ella es “una mujer de finales del 1800 y comienzos del siglo XX, incansable buscadora de la historia, su gran pasión”.
Cazador de atardeceres
Pléyade de constelaciones
de mis miradas, estrella,
yo te espero cada tarde,
para contemplarte en ella.
Y es que no hay otra manera
de acercarme a ti, inquieto,
que te escapas, luz fugaz,
inasequible soneto.
Yo persigo ya tus pasos,
mi pájaro de libre vuelo,
voy corriendo en el camino
y me caigo en el suelo.
Me levanto ya deprisa,
acariciarte quisiera,
tocar tu cielo de fuego,
aunque queme como hoguera.
Sigo mi andar tan raudo,
rápido eres cual gamo
y yo que quiero gritarte
por el aire que te amo.
Que te amo en el ocaso,
presagio de negras noches,
que tú iluminas, farol,
candela de mis derroches.
En verdad yo sí te amo,
comparto tus aventuras,
perseguidor de mis soles
que no me dejan a oscuras.
Te espero aquí cazador
de atardecer tan rosado
y dueño de los mil vientos
de este corazón rasgado.
La frontera
Cierro los ojos un instante,
la puerta cerrada está,
he dejado marejadas,
de mi cuerpo, adentro, allá.
La he cerrado con candados,
por si se hubiera de abrir,
para no entrar nuevamente
y, entre tus brazos, morir.
Me he abandonado al deseo,
a la inconciencia de amor,
cuando los dos encerrados
nos prodigamos calor.
Me he arrojado enceguecida,
en una habitación oscura,
a la exaltación sublime
que me arrimó a la locura.
Me he lanzado, trepidante,
al vacío de tu abismo,
he vivido lo prohibido,
al ardor del paroxismo.
Pero ya debo marcharme,
aunque adentro tú me esperas.
Y es que he hecho lo indebido.
¡He cruzado las fronteras!
Desnuda
Desnuda tú me quieres,
quieres verme despojada,
de todas mis vestiduras,
que no sirven para nada.
Desnuda tú me quieres,
dice que te alienta el vino,
el que bebes de los dioses,
para descubrir lo divino.
Desnuda tú me quieres,
que me quite ya el ropaje
que oculta mi flor primera,
la que tapa mi follaje.
Desnuda tú me quieres,
te pregunto por qué la prisa,
si desnuda tengo el alma
y tú no sientes su brisa.
Desnuda tú me quieres
para saciar tu apetito
y yo, que te quiero tanto,
te lo niego con un grito.
Desnuda tú me quieres,
quisiera lo fuera mi alma
y descubrir la mujer
adentro de un cuerpo en calma.
Y es que aún no has comprendido,
que si rasgo mis vestidos,
lo haré cuando tú me veas,
más allá de los sentidos.
Bossa, Cristina del Valle
De atardeceres y desamores / Cristina del Valle Bossa ; edición literaria a cargo de Darío Falconi ; con prólogo de Darío Falconi. - 1a ed. - Villa María : El Mensú Ediciones, 2013. 260 p. : il. ; 20x13 cm. - (Ciudad y río / Darío Falconi; 20) ISBN 978-987-1894-15-4. 1. Poesía Argentina. I. Falconi, Darío, ed. lit. II. Falconi, Darío, prolog. III. Título CDD A861
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