28 de febrero de 2013

Nota "En la atmósfera" Telam por Jorge Boccanera


Publican la nouvelle "En la atmósfera" de Daniel Moyano

En un clima onírico de maqueta, con figuras de cartón pintado que se mueven en las vitrinas de una panadería de pueblo chico y confituras de sueños que resisten el mosquerío de la rutina, se desarrolla En la atmósfera, una nouvelle de Daniel Moyano (1930-1992) que en parte permaneció inédita.
Por Jorge Boccanera
Editada por un sello cordobés El Mensú, este relato de Moyano —nació en Buenos Aires en 1930, se crió en Córdoba, residió en LaRioja y falleció en Madrid en 1992— tiene una historia singular ya que en forma abreviada apareció incluido en la novela póstuma Dónde estás con tus ojos celestes, de 2005.

El ensayista y narrador Pablo Heredia, autor del texto crítico que acompaña a En la atmósfera, señala que al momento de leer aquella novela le llamó la atención ese relato intercalado: “Si bien coincidía con el «clima» de la novela, estaba como incrustado. Ya Moyano había explicado su origen y el contexto incómodo que lo llevó a publicarlo dentro de la novela; a mí me gusta más como un relato independiente”.
Esa explicación la había dado Moyano a Mempo Giardinelli en una entrevista de 1988; de la que se desprende que En la atmósfera surgió cuatro años antes, en momentos en que se encontraba desempleado.
En el mismo diálogo Moyano señala que considera a esta nouvelle  como su mejor texto: “el que escribí con más fuerza, es un texto adulto”, y agrega que está basado en una frase de Macedonio Fernández: “la vida es el susto de un sueño”.
Autor de una profusa obra a partir de 1960 que comprende una decena de títulos de cuentos y siete novelas —entre ellas El OscuroEl vuelo del tigre yTres golpes de timbal— Moyano dejó varios libros inéditos que poco a poco han venido saliendo a la luz en distintos países.
Puesto a reflexionar sobre las pautas que singularizan esta narrativa, Heredia considera a Moyano un escritor marcado por Juan Rulfo y vinculado al existencialismo, al uso de la alegoría, “los absurdos kafkianos y algo del neorrealismo propios de los 60".
“Moyano fue el escritor que con mayor efectividad logró, en el siglo XX, escribir desde el lugar de su propia lengua social y cultural, es decir, un artista que escribió en las provincias y sobre su mundo sin caer en el «regionalismo» —ideológicamente feudal y estilísticamente costumbrista—; camino que marcaron también Di Benedetto, Conti, Tizón, Juan José Hernández y algún otro”.
Del amplio registro de obras de Moyano, Heredia enumera sus preferencias: El estuche del cocodrilo (“un libro de cuentos estupendo”), y las novelas El trino del diabloEl vuelo del tigre y, sobre todo, Tres golpes de timbal: “Cuando escribí mi tesis doctoral, dije que era la mejor novela de la década del 80, y que cerraba magistralmente el ciclo de los 60-70-80”.
“En ese libro están presentes los temas de la dictadura, la represión y la censura, conjuntamente con las alegorías (es una novela muy simbólica) de la resistencia en el lenguaje y en la música; también presentes en las dos novelas antes mencionadas”.
Detenido y encarcelado el mismo día del golpe militar —el 24 de marzo de 1976— y liberado meses después, Moyano se exilió en España donde dio cuenta de su extranjería eludiendo un realismo lineal y con una rica provisión simbólica de la que hace gala en En la atmósfera.




En el relato, la repetida mención de un “jardín amurallado”, remite de modo especial al exilio: “Se dice que Moyano sufrió mucho el exilio y que en 1984 quiso volver pero su familia se negó a acompañarlo.
Volver solo se convirtió en un desgarramiento insoportable. Ese «jardín amurallado» es un lugar del que no pudo salir”.
Para el crítico cordobés no habría diferencias entre esta nouvelle y el resto de la obra: “En absoluto. Remite a la novela Libro de navíos y borrascas y a su producción de los 60, a cuentos como «La espera» en el que un niño aguarda infructuosamente a su padre recién salido de la cárcel, o a «Para que no entre la muerte», en el que un niño experimenta su pubertad en medio de sus tías en un pueblito de las sierras”.
Sin duda, “la evocación de la niñez y la adolescencia” presente en En la atmósfera, son núcleos recurrentes en la producción de Moyano: “Sobre todo en sus cuentos. No hay padres ni madres, sí tías, abuelos y vecinos; desde su primer libro Artistas de variedades hasta El estuche del cocodrilo la niñez es el leit motiv”.
Con gran despliegue visual y un lenguaje rico en vetas metafóricas, este excelente texto de Moyano refleja la soledad del joven y la nostalgia del exiliado, pero también a los represores que lo pusieron tras las rejas, simbolizados quizá en ese puñado de moscas que golpea con ferocidad el cristal que protege las coloridas tortas de la panadería.


Booktrailer En la atmósfera de Daniel Moyano


“Las moscas, concluye Heredia, recuerdan que no se debe olvidar. Moscas y choncacos (especie de sanguijuela), animalitos molestos —uno en el aire y otro en el agua—, están insertos en nuestras vidas y siempre vuelven, son llamadores de la historia personal y social; en cualquier parte del mundo los llevamos a cuestas y hay que exorcizarlas”.

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