OJOS DESTEÑIDOS - Alvaro Montedoro
Villa María, viernes 14
de diciembre de 2012 – Peor para el sol – 20:30 horas
“Ojos
desteñidos” es el 19no. título de la colección Ciudad y río que reúne
los textos poéticos de nuestra editorial. Como muchos sabrán, Villa María es
una ciudad de poetas, la mayor producción de textos literarios que se publican
en esta ciudad tienen que ver con el género poético; aunque últimamente, la
narrativa se va asomando vestido de relato, de cuento, de novela.
Tenemos el gusto de estar socializando esta noche el primer libro de Alvaro
Montedoro que si bien está escrito en verso, da lugar también a la narrativa,
como una amalgama indivisible en la que predomina lo sentimental.
Presentemos al autor, o dejémoslo que el mismo lo haga. Para ello
reproduciré lo que se ha impreso en la solapa del volumen: “los ovnis lo depositaron en Justiniano Posse. Se teletransportó a
Villa María para estudiar la Licenciatura en Composición Musical con
Orientación en Música Popular. Publicó textos en el blog español “El país… de
los Bosques” y en su propio blog “Hojarasca Crepitar”. Toma chocolatada y se le
secan las prímulas en el balcón.”
Alvaro, músico, debuta literariamente y lo hace con sus “Ojos desteñidos”, un poemario que se
estructura en cinco partes, como cinco islas a las que ese pequeño barco de la
portada debe visitar. El autor navega sobre las siluetas de una mujer que a
veces duerme plácidamente y en otras, da vueltas en la cama generando olas y
tempestades que deberá sortear. Como un minúsculo punto sobre el manto azul,
Alvaro navega sin cesar, a veces lucha contra la lluvia y la corriente y a
veces se recuesta en la popa parar disfrutar del calor sol. Este viaje nos remite
a la infancia, nos pasea por la adolescencia, nos invita al recuerdo y a la
nostalgia… todo empapado por la presencia femenina de alguien que dialoga con
el autor, lo cuestiona, lo pelea, lo seduce, lo empuja a tomar ciertas
determinaciones.
“Ojos
desteñidos” tiene música, hay acordes que urden los sentidos, como los
hilos que Noelia esparce entre las páginas, rasgueos melodiosos que cantan la
cotidianidad del ser, lo untan como la mermelada de frutilla, esa que en Brasil
le dicen “morango”… y adentro. Es un libro libre, donde es posible jugar con el
lenguaje, retorcerlo, estrujarlo y sacar de a gotas otros sabores, distintos
tonos, armonías disimiles texturas diversas.
Los invito entonces, a leer este libro, a zambullirse en el mar de Alvaro,
y como dice uno de sus poemas a “ahogarnos
juntos entre [sus] versos y [sus] melodías.”
Darío Falconi
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